Plantemos un árbol disfrazado de flor

Anoche, hablando con una amiga me contaba que había abierto un blog. Un blog " personal " , donde tenía pensado reflexionar y escribir lo que le sucediera. Una especie de diario on-line bajo un seudónimo que, leyéndola alguien que la conoce, no se daría cuenta de que es ella.

Ello me recordó a que también mi hermana tiene un blog, y en correlación a ello, a que mis dos hermanas y yo conformamos previamente uno ( el cual está lleno de telas de araña ).

La conclusión extraña a la que llego, es que esto de internet parece un carnaval de Venecia. Cada uno se esconde bajo una máscara tan fuerte que nosotros, escondidos bajo ella, nos sentimos seguros de poder decir y hacer lo que nos venga en gana.

Eso sí, a unos no les importa descubrirse. Otros sin embargo, se esconden incluso privatizando blogs y escondiendo Ips. O cambiando de dirección de correo, eliminando cualquier rastro. No sé a qué puede deberse, tal vez a que la gracia de todo este mundo sea realmente eso: el anonimato. O puede que realmente pueden esconderse de algo.

Le comentaba esto a mi amiga, y me respondía : "Sabes que a mi me gustan los carnavales. Y el de Venecia me encanta. " ... De lo que deduzco que hará uso de la simple gracia del anonimato.

Por mi parte, no lo sé. No me gusta el anonimato, pero no me gusta la exposición sin ningún control. Creo que por el momento ya he hecho bastante plantando el árbol de la plantilla, y parándome a pensar sobre cómo empezar.

Así que de momento, hoy al menos, ando por aquí. Ya veré cuanto duro...