Esta mañana...

"Son casi las 9 de la mañana. La niebla y el frío acuden a dar los buenos días en las primeras horas de vida diurna en las calles. Las personas andan deprisa, algunas incluso corren, de un lado para el otro abrazadas a sus bufandas. Los niños avanzan empujados por sus padres a la parada del autobús escolar, que lleva ya unos minutos parado con las puertas abiertas. El conductor arrima las manos a la altura de la boca y sopla entre ellas. Hace frío.

La camarera me sirve en ese momento el café con leche, y desvió la mirada de la ventana. Suena Bon Jovi de fondo - qué casualidad. El bar está lleno. Personas apoyadas en la barra del bar, otras jugando a la máquina. Personas solas y acompañadas. Unas mirando por la ventana, como yo. Otros con el periódico. Fumando, hablando por el móvil. Casi todos tomando café.

A mi derecha, en otra mesa, una mujer mira el reloj constantemente. El móvil frente a ella. Tal vez espera el minuto justo para hacer una llamada. O para recibirla. Del trabajo, de un familiar, de un amigo, de una entrevista laboral...

Detrás de mi, dos señores. Están abrigados. Conversan y se ríen a carcajadas durante un rato. Hablan de la reforma en los ministerios de Zapatero. Se ríen. Al cabo de un rato se levantan y salen por la puerta.

Los veo salir. Uno se sube el cuello del abrigo y expulsa un aire blanco de la boca. El otro le aguanta la puerta a otro hombre que al entrar, se quita la bufanda. Se cruzan por un instante sin conocerse.

Y yo me doy cuenta de qué bonitas son las mañanas a estas horas: cuando la gente tras despertar comienza un día mas. Cuántas personas se cruzarán por la mañana en todo ese ajetreo de los atascos y carreras... Cuántas vidas entrelazadas entre sí, tomando un simple café "

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