Escapando de nuevo

Cuando mi amiga de León me llamó y me dijo " este fin de semana está haciendo mucho frío, venid abrigados " , no me esperaba ESTO

Menos mal que ( por una vez ) le hice caso, y así pudimos disfrutar de un fin de semana lleno de nieve, sol y preciosas vistas.

Disfrutamos de paisajes de cuento que, abrazados por la textura blanca de la nieve a veces confundía el frío invierno con algodón. Montañas de algodón, que sobrecogían por su tamaño. En la foto y en directo parecían uniformes, como si sobre ellas se posara un manto blanco. Pero lo fascinante de estos paisajes es fijarte en los pequeños detalles: en esas hierbas que luchan contra la nieve en busca del sol, los árboles soportando la cruz de los carámbanos que amenazan caer y atravesar lo que se halle bajo ellos. Y también es fascinante, despertar del sueño de que estamos solos ante tanta tranquilidad. Observar las nítidas huellas sobre la nieve de los rebecos, ciervos y corzos. Escuchar el eco de miñatos, buitres y cuervos. Deleitarte con el vuelo de aves que a veces se distinguen y otras, en las que ni con los prismáticos deja advertir qué son.

Aprovechando el viaje y el ansia de nieve, visitamos las Cuevas de Valporquero. Nunca había ido, ni siquiera había oído de ellas ( inculta que es una... ). Lo bueno de eso es que puedes dejarte llevar por lo que te encuentres, sorprenderte y admirar algo desconocido y que no contabas con ello. Asímismo, boquiabierta me quedé al ver esto

Para muestra, un botón. El resto de las foto las guardo para los míos y para mi. Pero os recomiendo que si podéis que vayáis a visitarlas.

Es de fácil acceso. Hay diferentes rutas ( todas guiadas ), según las cuales ves unas salas u otras de la cueva. Nosotros cogimos la ruta " normal " : 5 euros. Vimos tres o cuatro salas, sin problema ni dificultad alguna. Ni tampoco frío ni calor; había el 90% de humedad. Se podían hacer fotos ( sin flash ).

Nos ha quedado la espinita de hacer la ruta " especial ", en donde caminas mas y te enseñan un par de salas a mayores. Para los mas arriesgados y valientes, hay rutas de escalada y barranquismo ( guiado, por supuesto ) a través de salas en la que sólo se puede llegar a ellas bien saltando riachuelos de agua o bien descendiendo desde arriba del todo.

Hay zonas que hasta hace poco tiempo se podía pasar pero llegó un momento en que tuvieron que prohibir el paso y reducir considerablemente los rincones a visitar. Según nos decía el guía, la gente se cogía como souvenir - por su cuenta y porque les salía de ahí... - estalactitas que arrancaban directamente de las rocas. " La gente es la hostia " , dijo uno por lo bajito cuando nos explicó eso. Y tiene toda la razón.

Recuerdo este año, en el parque natural de Cabárceno ( Cantabria ) una familia de estas " súper power " , que se creen que todo lo que ven es todo lo que tienen, tirando a los monos los bocadillos de los niños, escupiendo a los linces... Y éstos obviamente imitando los actos de sus papis.

Tras comportamientos de gente así, aun nos podemos dar con un canto en los dientes por poder seguir disfrutando de tantos regalos naturales...